En la teoría de sistemas familiares, el cambio de síntomas es un proceso en el que cuando un paciente mejora, alguien de su familia comienza  a manifestar psicopatología. Esto se debe a que el síntoma del paciente índice desempeñaba un rol funcional en la dinámica homeostática de su familia. Al dejar de desempeñar esa función, otras personas pueden empeorar. Esto muestra la futilidad de un abordaje puramente individual a la psicopatología.

El cambio de síntomas puede analizarse en relación con los triángulos, también llamados tríadas. Murray Bowen (2016) considera que los triángulos son la unidad de relación estable más pequeña en las familias y grupos humanos. Una analogía es la de una mesa, que con dos patas no se sostiene, pero con una tercera está en pie (Suppes, 2023). Estas unidades estables funcionan de modo automático con patrones recurrentes, especialmente en periodos de tensión o estrés (Rakow, 2023).

Salvador Minuchin (2012) acuñó el concepto de tríada rígida (véase también Minuchin et al., 1978; Minuchin et al., 2021). En una tríada rígida, el límite entre el subsistema formado por los padres y aquel formado por un(a) hijo(a) se torna difuso (no suficientemente marcado). Al mismo tiempo, el límite entre el subsistema formado por las tres personas y el exterior, se vuelve excesivamente rígido (Simon et al., 1997).

Existen tres formas de tríada rígida (Minuchin, 2012). La primera es la triangulación, en la que existe un conflicto entre los padres y cada uno intenta obtener el apoyo del hijo en contra del otro (Hoffman, 1992). Esto suele suceder en situaciones de divorcio, creando para el hijo un conflicto de lealtad.

La segunda variante es la colusión transgeneracional rígida. Una colusión es la unión de dos o más familiares contra otro(s). En la colusión transgeneracional un hijo está en un pacto implícito con uno de los padres en contra del otro padre. Puede suceder por ejemplo que la madre se asocie con su hijo(a) adolescente contra el padre.

El tercer tipo de tríada rígida es la desviación de conflictos, en la que un conflicto entre los cónyuges no es visible y es ocultado centrando la atención en los supuestos problemas de alguno(a) de los hijos(as) (Bartee, 2019). Minuchin (2012) distingue dos variedades de la desviación de conflictos. En la desviación-ataque, los padres critican a un niño culpándolo de todos los problemas familiares, que son atribuidos al supuesto mal comportamiento del hijo. En la desviación-protección, los padres se unen para proteger al hijo, que es conceptualizado y connotado por ellos como débil o enfermo. En tales familias, la sobreprotección de los padres retarda el desarrollo en el niño de autonomía y actividades fuera de la seguridad de la familia. El niño enfermo se siente responsable de proteger a su familia y la experiencia de poder hacerlo usando sus síntomas promueve mantener su enfermedad (Minuchin et al., 1978).

Tanto en las tríadas desviantes-atacantes como en las desviantes-protectoras los problemas psicológicos, reales o imaginarios, del niño(a) tienen un efecto estabilizador para el subsistema conyugal, que puede distraerse de sus propias dificultades de pareja centrándose en el hijo(a) (Simon et al., 1997). Estas familias suelen presentarse en la terapia a sí mismas como carentes de problemas, excepto por la enfermedad “del niño” (Minuchin et al., 1978).

Así, cuando un niño o adolescente es llevado a psicoterapia y sus problemas comienzan a desaparecer, puede ocurrir que aparezcan síntomas en uno o ambos padres. Otra forma de cambio de síntomas ocurre cuando una madre sobreprotectora divorciada promueve inconscientemente la dependencia de alguno de los hijos por temor a quedarse sola. De este modo, una fobia a la responsabilidad o una adicción del hijo(a) son funcionales al sistema. Cuando el hijo(a) mejora y muestra signos de creciente autonomía económica y afectiva, la madre puede comenzar a manifestar sintomatología.

Referencias

  • Bartee, R. (2019). Strategic family therapy. En: L. Metcalf (Ed.), Marriage and family therapy. A practice-oriented approach. 2nd. Ed. (pp. 229-260). Springer.
  • Bowen, M. (2016). La terapia familiar en la práctica clínica. Georgetown Family Center.
  • Hoffman, L. (1992). Fundamentos de la terapia familiar. Fondo de Cultura Económica.
  • Minuchin, S. (2012). Families and family therapy. Routledge.
  • Minuchin, S., Rosman, B. L. y Baker, L. (1978). Psychosomatic families. Anorexia nervosa in context. Harvard University Press.
  • Minuchin, S., Reiter, M. D. y Borda, C. (2021). The craft of family therapy. 2nd. Ed. Routledge.
  • Simon, F. B., Stierlin, H. y Wynne, L. C. (1997). Vocabulario de terapia familiar. Gedisa.
  • Suppes, B. C. (2023). Family systems theory simplified. Routledge.
  • Rakow, C. M. (2023). Making sense of human life. Murray Bowen’s determined effort toward family systems theory. Routledge.