Miguel Martínez Romero es un psicólogo deportivo – Magíster internacional de psicología aplicada a la actividad física y el deporte – con una amplia gama de actividades en su recorrido profesional, en el que ha compartido con diversos deportistas y ha desarrollado también el rol de docente universitario. Miguel, cuyo radio de acción ha comprendido fundamentalmente las regiones octava y séptima de Chile, nos ha concedido una extensa entrevista donde aborda el quehacer del psicólogo deportivo en general comentándonos, además, desde su propia experiencia las vicisitudes del trabajo con deportistas. Les dejamos con la primera parte de esta interesante entrevista.

1.- Desde tu perspectiva ¿qué es lo que un psicólogo deportivo puede hacer con un deportista, qué función cumple el psicólogo en ese escenario en donde un deportista es su cliente?

Lo que el psicólogo deportivo puede llegar a lograr con un deportista depende de varios factores. Primero es importante que el atleta tenga la intención o esté dispuesto a cambiar o a enfrentar situaciones nuevas. Esto ya que cuando comienza un proceso de trabajo mental se van a generar cambios en su funcionamiento que probablemente no  estará habituado, ya que se irán modificando aspectos psicológicos y conductuales, es decir, tendrá que ir aprendiendo nuevas herramientas que le permitirán enfrentar de mejor manera las diferentes situaciones en su vida deportiva tanto en los entrenamientos como en las competencias. Esto en un principio puede generar cierta dosis de ansiedad y expectativas que es necesario manejar para que éste trabajo pueda alcanzar los objetivos deseados. Por ende,  lo que pueda aportar el psicólogo del deporte también va a depender de la aceptación por parte de los deportistas como también de los entrenadores y dirigentes deportivos del trabajo mental, ya que si bien éste ha ido logrando un posicionamiento importante en el último tiempo, aún existen resistencias puesto que aún por desconocimiento muchas veces, la visión que se tiene del psicólogo del deporte sigue asociado a la psicología clínica lo que lleva a tener la idea errónea que ir al psicólogo es por estar “enfermo” o también es visto por algunos entrenadores como una competencia para él. Relacionado a esto aún cuando se integre se tiene la concepción que el psicólogo está para trabajar con los “deportistas problemas” cuando el profesional aborda tanto a éste tipo de atletas como también a los que desean potenciar su rendimiento o resolver problemáticas que puedan surgir en las competencias o entrenamiento.  Pero por otro lado, existe, también la idea que el psicólogo del deporte es una especie de “bombero” o “mago” lo que provoca que sea contratado cuando un equipo está a dos fechas de descender o cuando las probabilidades de éxito son bajas. En éste escenario lo que pueda aportar el trabajo psicológico es bajo, ya que se debe considerar que el cambio psicológico se da a través de un proceso que es lento y paulatino.

Otro aspecto importante a considerar dentro del trabajo psicológico en el deporte es el contexto desde donde proviene el deportista, puesto que habitualmente se suele considerar al atleta como un elemento único. Sin embargo, hay que considerar también en el éxito de éste trabajo mental los aspectos socioeconómicos de donde proviene el deportista, ya que de alguna forma pueden favorecer o limitar el proceso deportivo. Pero también existen elementos familiares que repercuten en el desarrollo del deportista. Dentro de estos aspectos, se debe considerar si la familia apoya o no al atleta, los niveles de presión y/o expectativas que a veces se ejercen sobre él por parte de los padres pueden condicionar su progreso deportivo. Es por esto que el psicólogo no sólo trabaja con el deportista, sino que también con su núcleo familiar.

No obstante, cuando el trabajo psicológico que se enmarca dentro del entrenamiento mental  se realiza de acuerdo a parámetros en que se respeta el tiempo necesario para generar cambios y se crea confianza tanto por parte de los deportistas, su familia, entrenadores y dirigentes de la intervención psicológica, así como también le asignan la relevancia que posee y/o se le asigna un espacio adecuado, el psicólogo del deporte puede lograr que el deportista logre rendir al máximo de su potencial o adquirir estrategias adecuadas para enfrentar situaciones complejas que se le puedan presentar en su vida deportiva, en muchas ocasiones es la variable que hace la diferencia entre el deportista o equipo ganador o el que llega segundo o de aquellos que no logran los resultados esperados.  Los grandes deportistas suelen tener el entrenamiento mental incorporado dentro de su rutina deportiva. No te asegura un determinado resultado, ya que éste depende de múltiples variables, pero sí un rendimiento acorde con lo esperado. No obstante, para lograr ésta condición se requiere de un trabajo constante y a largo plazo.

2.- En función de tu experiencia ¿cuáles son los elementos más relevantes que se deben trabajar con deportistas de alto rendimiento?

Los elementos relevantes de los deportistas también son relativos, ya que va a depender del momento que se encuentre en su carrera deportiva como también del ciclo competitivo del año. Dependerá también del tipo de competencia a la que se enfrente y de los objetivos tanto de largo, mediano y corto plazo trazados. En este sentido, un deportista durante su vida deportiva va pasando por varias etapas y categorías de competencias, lo que se conoce como transición deportiva en donde se van enfrentando cada vez a situaciones más complejas, como por ejemplo, mayor intensidad y horas de entrenamientos, rivales más fuertes, decisiones difíciles, ya que deben dejar otras actividades de lado si es que desean alcanzar resultados y rendimientos esperados, por lo tanto, cada etapa va siendo más dura y requieren herramientas psicológicas que le permitan transitar por cada una fase de su desarrollo deportivo, renovando y regulando metas, por ejemplo.  Sin embargo, para que el proceso deportivo se lleve a cabo de forma adecuada y sea exitoso se debe considerar la fortaleza mental del atleta, que algunos autores la definen como un conjunto de habilidades psicológicas necesarias para que el deportista pueda rendir por sobre su talento. Ésta fortaleza mental también incluye la capacidad del deportista para mantener el control emocional ante la adversidad y perseverar aún cuando los resultados sean negativos, además, de aceptar las críticas y transformar las dificultades deportivas en oportunidades con estrategias de afrontamiento eficientes. Dentro de estas variables que están dentro de la fortaleza mental también se pueden nombrar la autoconfianza, es decir, la capacidad para confiar y conocer las propias herramientas. La capacidad para tolerar la frustración, que se refiere a sobreponerse a las dificultades y saber esperar la recompensa, como también manejar la presión que generan ciertas instancias de la etapa competitiva, entre otras.

Otro pilar fundamental en el deporte es el nivel de motivación, en este sentido quizás éste es uno de los factores más relevantes, ya que está directamente conectada con las metas que desea alcanzar el deportista. Estas metas es sugerible que comiencen por un sueño, ya que este marca el sentido por el cual el deportista realiza su actividad, producto que permite trazar, aclarar el camino y los pasos que necesitará dar para llegar lo más cerca posible de ella y por qué no para alcanzarla. Y aún cuando establecer una meta parece algo fácil, es un proceso complejo, más cuando se trata de generarla en un deporte colectivo. Éstas deben cumplir ciertos criterios para ser definidas, dentro de los cuales es necesario que sean claras, tengan un tiempo determinado, sean medibles, desafiantes y realistas. Una vez establecidas finalmente se deben formular los objetivos que serán los pasos necesarios para concretar y alcanzar las metas deseadas. Por lo tanto, tener las metas y objetivos bien calibrados es un elemento fundamental dentro del deporte para que el nivel de motivación pueda permanecer durante el tiempo.

Los que están aquí señalados son algunos ejemplos de los elementos que son importantes dentro de la actividad deportiva, ya que hay varios más.

3.- En relación a lo anterior ¿cuáles son las principales necesidades, desde lo psicológico, que solicitan trabajar los deportistas?

En general, los temas que más se repiten son control de la ansiedad, baja autoconfianza, problemas de motivación y concentración. Todas ellas son entrenables.

4.- Tu experiencia profesional ha incluido el trabajo con diferentes deportistas de alto rendimiento tales como ciclistas, nadadores, tenis-mesistas, entre otros ¿hay alguna diferencia entre lo que debes trabajar con cada una de éstos en términos de disciplina deportiva?

Según mi experiencia en el área hay elementos transversales dentro de las disciplinas deportivas como son la motivación o autoconfianza, entre otras. Sin embargo, existen diferencias entre las disciplinas deportivas e incluso dentro de las mismas hay  subpruebas que requieren características psicológicas diferentes. Por ejemplo, en natación hay diferencias entre nadar un 50 mariposas, que un 50 espalda o un 1500 metros, requieren habilidades psicológicas distintas. Por ejemplo, en un 50 mariposas, el deportista requiere de mayor rapidez en los pensamientos y en la toma de decisiones, capacidad para tolerar la frustración, ya que el nadador no tiene mucho margen para cometer errores y poder remediarlo. También necesita un nivel de activación más elevado. En cambio, la prueba de 1500 requiere de un nivel de activación más bajo, concentración, tolerancia al dolor y al aburrimiento, debido a que es una prueba muy larga, por lo que necesita de una mayor planificación y mantener un autodiálogo positivo.

En el caso del clicismo, es un deporte que requiere muchos recursos físicos ya que suelen tener competencias muy duras ya que deben enfrentar subidas empinadas, muchos kilómetros que recorrer, también necesitan enfrentar diversas contingencias como el estado del camino, temperatura ambiental, entre otras. También existen diferencias entre pruebas de ruta y pista con cada subprueba que éstas contienen. En general, es un deporte que aparte del aspecto físico necesita mucho trabajo mental, principalmente control de la atención y concentración, autodiálogo, tolerancia al dolor, adecuadas estrategias de afrontamiento de problemas, estrategias de procesamiento de la información con rapidez, por mencionar algunas.

En el tenis de mesa, que se caracteriza por ser un deporte complejo, por lo que requiere de la utilización de muchos recursos psicológicos, tales como rapidez mental, se debe trabajar con un plan de trabajo que aumente la velocidad del pensamiento, para que  pueda responder de manera correcta en la competencia. Lo anterior permitirá generar un proceso de toma decisión más eficiente, ya que a diferencia de otros deportes, el tenis mesista necesitas responder de acuerdo a lo que va ocurriendo en el momento puesto que el deportista no tiene el tiempo necesario para procesar la información, entre otras. Algo similar, necesita su deporte hermano el tenis.

Por último, en el caso de los deportes colectivos es necesario trabajar dinámicas de equipos como fijación de objetivos, comunicación, cohesión grupal, liderazgo, por nombrar algunas.

Como se puede ver cada deporte requiere de diferentes elementos psicológicos y estrategias de acuerdo a sus necesidades y formas de cada una de las disciplinas deportivas.


A Miguel Martínez lo pueden ubicar en el teléfono (56)987308278 y en el siguiente email: ps.miguelmartinezromero@gmail.com