Son diversas las situaciones que nos pueden llevar a tener enojo, el cual tendemos a sentirlo cuando no estamos del todo complacidos con las cosas que nos suceden y lo podemos manifestar en nuestra vida familiar, social y laboral.
En el ámbito laboral son muchas las causas que pueden desencadenar el enojo, como por ejemplo: las críticas negativas, los desacuerdos entre los compañeros de trabajo, las malas relaciones interpersonales, la manera de proceder de nuestro jefe o subalternos, entre otras; también el enojo puede provenir de situaciones que se dan fuera del lugar de nuestro trabajo, ejemplo: una discusión con la pareja, haber tenido un inconveniente con los hijos, el tráfico, entre otras causas, que harían que se lleve el enojo provocado por las mismas al ambiente de trabajo, afectando de igual manera el clima organizacional como el provocado por situaciones ocurridas en el mismo trabajo.
Algunas consecuencias de no poder controlar el enojo que sentimos:
- En el físico: afectación en nuestra salud donde podemos mencionar padecer de enfermedades cardiovasculares, por ejemplo, y esto se daría por la producción excesiva de adrenalina que es la hormona encargada de prepararnos para reaccionar al estrés. También se pueden ver afectados otros órganos como los pulmones y el hígado, y aparecer enfermedades como la gastritis.
- En lo psicológico: El enojo puede provocar llanto, ansiedad, disminución de la tolerancia y depresión; además de generar violencia.
- En las relaciones: puede terminar con nuestras relaciones afectivas o laborales y alejarnos de las personas que nos quieren.
En el ámbito laboral, una consecuencia extrema seria tener un ataque de ira el cual trae consigo consecuencias muy negativas porque bajo su influencia, la persona actuaría agresivamente donde podría manifestar ofensas verbales y en el peor de los casos violencia física. Manifestarlo en el trabajo no trae ningún beneficio para una persona ya que afectaría en su desempeño y hasta podría cambiar la manera cómo la ven si es el caso de que tengan una imagen positiva de ella.
Por todas las razones mencionadas anteriormente, es muy importante contar con estrategias que nos podrían ayudar a controlar el enojo para que no nos afecte en nuestro ambiente de trabajo. Estas serían:
- Tener actitud positiva: el ser positivo hace que estemos más contentos y confiados de nosotros mismos, esto nos ayudaría a no vernos afectados por las actitudes negativas de las demás personas y busquemos certeras soluciones a los inconvenientes.
- Utilizar la empatía: la empatía es entender a las otras personas y ponernos en su lugar; cada individuo se comporta de una determinada manera dependiendo de las situaciones que este viviendo, al saber esto podemos entender porque alguien actúa de manera positiva o negativa y así no nos tomaremos las cosas de modo personal ya sea el caso de que la actitud de la persona sea negativa hacia nosotros.
- Buscar pasatiempos: dedicarnos en algún momento del día a hacer alguna actividad placentera para nosotros, nos ayudara a desestresarnos de las exigencias de nuestro trabajo.
- No comunicarse con enojo: al hablar enojados solemos decir cosas sin pensar y actuar lastimando a las demás personas; en el trabajo es mejor cuestionar que nos tiene enojado primero, luego de manera tranquila es más conveniente comuniquemos las cosas que nos molestan sin exaltarnos ni ponernos a la defensiva.
- Utilizar la respiración: en el caso de que ya estemos muy enojados una manera sana de calmarnos es utilizar la respiración profunda para calmar la tensión.