Hay muchas razones por las que las personas optamos por tener mascotas en casa, principalmente por simple gusto o por tener a alguien que nos haga compañía en casa.

Numerosos son los estudios que han demostrado como las mascotas influyen de manera positiva en la salud y en el bienestar humanos. Las investigaciones científicas han clasificado estos efectos en cuatro áreas específicas: terapéuticos, fisiológicos, psicológicos y psicosociales. Nos enfocaremos en el área terapéutica y psicológica.

Terapéutico

Los animales como recurso terapéutico pueden ser incluidos en los tratamientos como terapia asistida motivacional o como terapia física. La primera tiene como objetivo introducir a un animal de forma permanente o con una regularidad específica en el entorno de una persona, con el fin de permitir que se establezca una unión afectiva. Esta metodología ha sido utilizada en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), enfermedad de Alzheimer y diversos trastornos psicológicos; se ha instaurado en hogares para la tercera edad, cárceles, hospitales e instituciones psiquiátricas.

Este tipo de terapia ha potenciado la rehabilitación de pacientes con afecciones cardíacas y ha incrementado el porcentaje de supervivencia de la enfermedad coronaria. Recientemente, hay un gran interés por conocer los efectos de la presencia de animales como parte de los ambientes laborales.

Pensando en las personas que se han recuperado y en las que aún tienen capacidad de vivir de forma independiente, algunas instituciones han diseñado programas especiales. Uno de los programas es la asistencia permanente de voluntarios, para que cubran las necesidades físicas de las mascotas, también han logrado vincular benefactores para que el factor económico no sea una dificultad. Otra modalidad de programa es entregar a una mascota adulta en forma de “préstamo” como compañero permanente durante el tiempo en que la persona sea autónoma, en circunstancias de enfermedad temporal son atendidos por voluntarios, y en el caso de incapacidad permanente o muerte estas mascotas son situadas en otros hogares.

Una organización de voluntarios muy reconocida en los Estados Unidos es “Pets Are a Wonderful Support” (PAWS), donde prestan asistencia a las mascotas de personas con SIDA. Esta organización en sus 10 años de funcionamiento tiene aproximadamente 500 clientes y colaboran en todos los menesteres necesarios para que los dueños puedan continuar con sus mascotas a pesar del avance de la enfermedad.

La terapia física es otra forma de obtener efectos terapéuticos a través de los animales, la forma más conocida es la equinoterapia, la cual inició en Europa hace aproximadamente 50 años y rápidamente se ha ido extendiendo a innumerables países. Esta terapia se ha convertido en una herramienta para incrementar las habilidades físicas basándose en el movimiento multidimensional del caballar. Permite mejorar la función motora, el tono muscular, la postura, el equilibrio, la coordinación y la ubicación sensomotora. Ha sido utilizada en pacientes con síndrome de Down, parálisis cerebral, esclerosis múltiple, retraso en el desarrollo y trauma cerebral.

Los animales pueden servir como fuente de consuelo y apoyo. Los perros de terapia son especialmente buenos en esto. A veces, los llevan a hospitales o residencias para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad de los pacientes.

«Los perros están muy presentes. Si alguien está luchando con algo, saben cómo sentarse y ser amorosos», dice la Dra. Ann Berger, médica e investigadora del Centro Clínico de los NIH en Bethesda, Maryland. «Su atención se centra en la persona todo el tiempo».

Berger trabaja con personas que tienen cáncer y enfermedades terminales. Ella les enseña sobre la plena conciencia para ayudar a disminuir el estrés y controlar el dolor.

«Los fundamentos de la plena conciencia incluyen la atención, la intención, la pasión y la sensibilización», dice Berger. «Todas esas cosas son cosas que los animales nos brindan. La gente tiene que aprenderlo. Los animales hacen esto de manera innata».

Los perros también pueden ayudar en el aula. Un estudio encontró que los perros pueden ayudar a los niños con TDAH a enfocar su atención. Los investigadores inscribieron a dos grupos de niños diagnosticados con TDAH en sesiones de terapia grupal de doce semanas. El primer grupo de niños le lee a un perro de terapia una vez a la semana durante treinta minutos. El segundo grupo le leyó a marionetas que parecían perros. Los niños que leían a los animales reales mostraron mejores habilidades sociales y más intercambio, cooperación y participación voluntaria. También, tenían menos problemas de comportamiento.

Otro estudio encontró que los niños con trastorno del espectro autista estaban más tranquilos mientras jugaban con cobayos en el aula. Cuando los niños pasaron diez minutos en un grupo de juego supervisado con cobayos, sus niveles de ansiedad disminuyeron. Los niños también tuvieron mejores interacciones sociales y estuvieron más comprometidos con sus compañeros. Los investigadores sugieren que los animales ofrecieron aceptación incondicional, lo que los convirtió en un consuelo tranquilo para los niños.

«Los animales pueden transformarse en una forma de construir un puente para esas interacciones sociales», dice Griffin. Agrega que los investigadores están tratando de comprender mejor estos efectos y a quiénes podrían ayudar.

Los animales pueden ayudarle de otras formas inesperadas. Un estudio reciente mostró que el cuidado de los peces fue favorable para que los adolescentes con diabetes manejen mejor su enfermedad. Los investigadores hicieron que un grupo de adolescentes con diabetes tipo 1 atendieran a un pez mascota dos veces al día alimentándolo y controlando los niveles de agua. La rutina de cuidado también incluyó cambiar el agua del tanque cada semana. Esto se conjugó con la revisión de los registros de glucosa en la sangre de los niños (azúcar en la sangre) junto con los padres.

Los investigadores dieron seguimiento a la constancia con la que estos adolescentes controlaron su glucosa en la sangre. En comparación con los adolescentes a los que no se les dio un pez que cuidar, los que sí cuidaron fueron más disciplinados a la hora de controlar sus propios niveles de glucosa en sangre, lo cual es esencial para mantener su salud.

Psicológico

Centrándonos en nuestra profesión, la introducción de perros en consulta tiene sus comienzos en el renombrado Dr. Sigmund Freud al que su perro Jofi apoyaba durante sus sesiones de psicoterapia. No fue hasta 1953 que el Dr. Borris Levinson, comenzó a plantear las bases de la Terapia Asistida con Animales gracias a su perro Jingles, compañero motivador y facilitador del nexo entre paciente y profesional. 

El vínculo entre las personas y los animales ha sido sujeto de numerosos estudios en los cuales se han evaluado los atributos de esta relación sobre la salud mental. Las mascotas ayudan a disminuir las alteraciones psicológicas, reducen la sensación de soledad e incrementan el sentimiento de intimidad, conduciendo a la búsqueda de la conservación de la vida en personas enfermas. En estados de depresión, estrés, duelo y aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento incondicional, aumentando la autoestima y el sentido de responsabilidad, que necesariamente genera una mejor integración con la sociedad. Las mascotas permiten que se desarrolle el sentimiento de apego en los niños.

En un estudio realizado por Wood los autores encontraron que los dueños de mascotas rara vez o nunca se sentían solos, les era fácil entablar nuevas amistades y tenían un mayor número de personas a quien recurrir ante una eventualidad o crisis, en comparación con personas sin mascotas.

En la actualidad, algunos psicólogos han incorporado mascotas dentro de la sesión terapéutica en el consultorio; esto ha arrojado beneficios en cuanto a que el paciente aminora su ansiedad y angustia en las sesiones, además de poder romper el hielo y establecer una empatía de forma más natural.

Desde el 2012, la Unidad de Servicios Psicológicos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) en México, empezó a incorporar perros de terapia para el apoyo en el manejo de las emociones en adolescentes y adultos, siendo pioneros en implementar un proyecto de este tipo en una universidad del país.

Toda esta información nos ayuda a comprender la importancia de las mascotas y el beneficio que aportan y han aportado desde hace muchos años al ser humano dentro del área psicológica.

Lamentablemente de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México ocupa el penoso 3er lugar en maltrato animal. La adopción animal ha crecido de un 8 % al 11 % en los últimos años. Se estima que en 2020 el 60% de los hogares mexicanos, tendrán una mascota adoptada.

Es por esto que es tan importante fomentar la adopción y esterilización, a educar y concientizar a nuestra sociedad a una cultura animal de cuidado, protección y responsabilidad. Bien decía Mahatma Gandhi: “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados según la forma en la que tratan a sus animales”.

Bibliografía