Cuando pensamos en la manera más eficaz de poder trabajar con pacientes, de buscar un abordaje más integral de su salud, tenemos que abrirnos a la idea, que ya en el 1977 Engel postuló, donde se veía una necesidad de englobar al ser humano en un constructo que denominó biopsicosocial, en respuesta al modelo que estaba en vigencia que era el modelo biomédico. Engel creía que todos los fenómenos que ocurrían en nuestra salud participaban de aspectos biológicos pero que también tenía incidencia lo psicológico y lo social. Este autor no negaba que existiera una corriente médica o biomédica, ya que esta había aportado grandes avances en la salud, pero la criticaba por varias razones, entre ellas el determinismo biológico, la no implicancia en lo humano, la relación fría del profesional de la salud, entre otras. (Carrió, 2002)

Es por ello que la Psicología de la Salud va a empezar a ver la cosmovisión del individuo dentro de este marco, un marco más holístico, y pensando tanto la promoción como la prevención de la salud teniendo en cuenta esta premisa. Oblitas (2008, p. 10) define a la Psicología de la Salud como:

«La disciplina o el campo de especialización de la Psicología que aplica los principios,  las técnicas y los conocimientos científicos desarrollados por ésta a la evaluación, el diagnóstico, la prevención, la explicación, el tratamiento y/o la modificación de trastornos físicos y/o mentales o cualquier otro comportamiento relevante para los procesos de la salud y enfermedad, en los distintos y variados contextos en que éstos puedan tener lugar».

¿Qué es la Psicocardiología?

Teniendo en cuenta esta perspectiva y dentro de la Psicología de la Salud, va a surgir una rama especializada en pacientes de índole cardiaco. La Psicocardiología, va a ser definida por Laham (2007) como el área de la Psicología de la Salud que investiga y trata los factores psicológicos que favorecen la aparición y el desarrollo de la enfermedad cardiovascular, en especial, la cardiopatía coronaria, y otros problemas cardíacos. Esta misma autora afirma que:

«La aplicación del modelo biopsicosocial de intervención presenta una concepción integrada de lo psíquico y lo biológico, orientado tanto hacia la salud como hacia la enfermedad. Para éste modelo la enfermedad está determinada por un conjunto de factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales, que interaccionan de modo complejo y único en cada persona. Mientras que la salud involucra, también, un funcionamiento óptimo en los niveles psicológicos y sociales».

Es importante investigar cuáles son las posibles causas de la génesis de una enfermedad cardiovascular para poder abarcarla en un nivel más global y así poder intervenir y prevenir la aparición de estas patologías. Laham (2008, p.144) plantea que:

«Junto con las evidencias de factores biomédicos de riesgo que han sido relacionados con la cardiopatía coronaria (como la hipertensión, el colesterol, o la diabetes mellitus), también, se han investigado la posibilidad de que los factores psicológicos y ambientales puedan incidir en esta enfermedad. En las últimas décadas, la importancia de los factores psicológicos y sociales en el desarrollo de la coronariopatía y en la prevalencia de vida de la persona coronaria ha ido ganando terreno, por lo menos desde algunas perspectivas teóricas de la enfermedad».

Se ha visto que hay múltiples factores que favorecen a la aparición de una patología coronaria. Desde los factores no modificables (edad, sexo y carga genética) hasta los modificables (estilo de vida y factores psicológicos). El estilo de vida es sumamente importante tanto para el corazón como para la salud en general del individuo. Favorecer a la implementación de una dieta adecuada, promover la actividad física como hábito, la psicoeducación sobre posibles enfermedades que el individuo tenga y que puedan ser influyentes para que surja una enfermedad coronaria, son algunas de las posibles intervenciones que un psicólogo o un profesional de la salud tiene que tener en cuenta.

El estrés crónico, los agentes estresores y la vulnerabilidad frente al medio son causa común dentro de nuestra sociedad. Cada día se observa que más personas tienen en cuenta al estrés dentro de su amalgama de problemáticas. En un mundo como en el que vivimos, en una sociedad donde la prisa y la inmediatez son causa común, encontramos que el estrés es considerado algo cotidiano y “normal”. Brindar información sobre las posibles consecuencias que el estrés en su cronicidad puede crear es algo que se tiene que priorizar a la población. Eliot (1990) conceptualiza las diferentes reacciones del estrés negativo como desencadenante, de manera activa y aguda, de episodios cardiacos. Para ello el autor afirma que puede ir desde suaves molestias a una muerte súbita o amenaza de muerte y todo ello depende del espectro de la respuesta.

Otras tantas investigaciones han dado cuenta que la hostilidad, la ira o la agresión son algunas de las emociones que pueden llegar a actuar para el surgimiento o en el desarrollo de una patológica cardiaca. Hay una correlación entre una mala adaptación a las situaciones y el estado de salud del individuo; es sumamente importante tener en cuenta esto y trabajarlo para promover así un modo de vida más saludable y poder prevenir también alguna enfermedad, ya sea cardiaca o de otra índole.

También la depresión ha sido estudiada como factor de riesgo de enfermedades coronarias. Laham (2008) describe que las investigaciones en estos últimos años han podido determinar que hay una relación directa entre la depresión y la enfermedad coronaria. Es considerada actualmente a la depresión como un posible factor de riesgo para la adquisición de una enfermedad coronaria y también un factor de incidencia teniendo efectos postinfarto. La evidencia clínica permite destacar que las enfermedades coronarias pueden llegar a desencadenar cuadros de índole depresiva o agravar aquellos que ya están presentes, aumentando así el riesgo de mortalidad.

Se podrían hablar de otras problemáticas o factores de riesgo asociados a las enfermedades coronarias que son posibles de abordar, pero sobre todo es importante tener en cuenta que la promoción de la salud es algo sumamente vital en el tiempo que vivimos. Promover la salud, hacer foco en la parte saludable y no tanto en la enfermedad es un cambio importantísimo a la hora de accionar en la sociedad.

Rol del psicólogo y profesional de la salud

De esta manera, brindar un servicio de acompañamiento, de rehabilitación y reinserción social, de apoyo y contención es vital para este tipo de padecimiento. La Psicocardiología brinda esta oportunidad de ampliar el panorama de acción, brindar herramientas útiles y reales para las personas que estén atravesando esta problemática y accionar sobre la sociedad infundiendo campañas de prevención y promoción de una vida saludable, así como también utilizando instrumentos de la psicología positiva, la psicología cognitiva, sistémica y humanístico-existencial.

Debemos tomar en cuenta el momento del comienzo del tratamiento. Si estamos interviniendo en un trabajo de educación para la salud cardíaca, o con personas ya diagnosticadas como coronarias y/o que ya han sufrido un evento agudo. A partir de la diagnosis el psicocardiólogo interviene en todos los momentos de la enfermedad: desde la promoción de la salud, la prevención secundaria que ayude detener su evolución, ante la ocurrencia de un episodio agudo y, por último, en la rehabilitación.

Lo importante a tener en cuenta es que la salud es el principal foco de acción, y cuanto más se abarque mejor servicio se podrá brindar para la sociedad. La Psicocardiología, así como muchas áreas de la psicología que están en relación con este tipo de abordajes, están creciendo numerosamente y las investigaciones dan cuenta de los resultados en la salud de los pacientes. Poco a poco se está evidenciando que, el accionar holísticamente en las todas las posibles áreas del paciente y no solo en la parte biomédica, dan resultados revolucionarios. Más aun teniendo en cuenta que una enfermedad es vivenciada particularmente por quien la vive. Cada persona es única y responde a una serie de complejos psicológicos, culturales, familiares y sociales, que dan como resultado maneras diversas de reaccionar a la aparición de este tipo de enfermedades y cualquier otra.

Bibliografía

  • Carrió, F. B. (2002). El modelo biopsicosocial en evolución. Medicina Clínica, 119(5), 175-179.
  • Oblitas, L. (2008) Psicología De La Salud: Una ciencia del bienestar y la felicidad. Universidad Nacional Autónoma de México.
  • Laham, M. (2007). La Psicocardiología en el tratamiento de la persona coronaria. Instituto de Psicocardiología, Buenos Aires, Argentina, 5to. Congreso Virtual de          Cardiología
  • Laham, M. (2008). Psicocardiología: Su importancia en la prevención y la rehabilitación coronaria. Artículos en PDF disponibles desde 1994 hasta 2013. A partir de 2014 visítenos en www. elsevier. es/sumapsicol, 15(1), 143-170.
  • Eliot, R.S. (1990). The Heart, Emotional Stress, and Psychiatric Disorders. Hurst J. Willis, The Heart, Seventh edition, 1614-1623