Hace poco tiempo tuvimos la oportunidad de entrevistar a Daniela Sepúlveda, psicóloga que está trabajando desde hace poco con una novedosa técnica que mezcla elementos conceptuales provenientes de la psicología con otros provenientes, tanto, del ámbito de las artes visuales, como, de la narrativa. Acá les compartimos esta breve pero muy interesante entrevista que nos dejará al tanto de esta sugerente aplicación.

1. ¿Cuéntanos de qué se trata la historieta autobiográfica terapéutica?

La verdad es que la historieta autobiográfica como herramienta en psicoterapia no ha sido muy estudiada, por lo que es bastante difícil poder dar una definición per se. Por lo menos desde donde yo la estoy estudiando, podría decir que se trata de una aproximación psicoterapéutica que se vale de la creación de historietas autobiográficas para abordar distintas temáticas psicológicas. Es una herramienta muy bonita, porque mezcla dibujo y texto, lo que le permite a la persona expresar/elaborar aquello que está trabajando, desde varios niveles. En este sentido, tanto el nivel plástico como el narrativo, ayudan a que el consultante pueda contactarse más con su vivencia, poniéndola literalmente “fuera de sí” para poder mirarla desde otra perspectiva. Tiene mucho que ver con lo que los teóricos de la psicoterapia narrativa planteaban como externalización, pero es más que eso, porque no se trata solamente de el momento final (en donde la historieta está hecha), sino que también de todo lo que implica el proceso de contacto mientras ésta se elabora.

Ahora bien, creo que es importante aclarar que esta es una aproximación psicoterapéutica que yo estoy estudiando en el contexto de mi tesis, y en ese contexto por supuesto que hubo una elección desde donde mirar esta modalidad, y que es desde el cual puedo hablar. En particular, y sin adelantarme a la próxima pregunta, mi marco conceptual es marcadamente humanista existencial, por lo que mi manera de trabajar esta sumamente teñido por esa manera de entender al ser humano y la psicoterapia.

2. ¿Cuáles son los principales antecedentes que ayudan a configurar esta modalidad terapéutica?

Creo que en términos generales, las dos grandes influencias de esta aproximación son el arte terapia y la terapia narrativa, sobre todo porque han sido las que han incorporado más activamente estos medios de expresión en el escenario psicoterapéutico, además de brindarles un marco comprensivo por detrás. Sin embargo, si bien en mi caso para estudiar esta modalidad yo sí tomo elementos de las terapia narrativa, principalmente de Epston & White (David Epston, Michael White), no hago lo mismo con el aspecto interpretativo que muchas corrientes de arte terapia tienen.

Por otro lado, si pensamos que en realidad esta no es una modalidad que ha sido ampliamente estudiada, siento que hay espacio para que sea abordada desde diversas líneas teóricas. Sin embargo, como decía antes, mi aproximación teórica más fuerte es desde el humanismo-existencial. En particular estoy trabajando con una influencia muy marcada desde lo Rogeriano (Carl Rogers), lo Gestáltico y el Existencialismo. De estas tres influencias rescato diferentes elementos, donde la autenticidad y la autoexploración para un vivenciar con mayor contacto, son el punto clave en común. Esto, por supuesto, respondiendo a una noción del ser humano en donde éste es libre y responsable de su propia vida.

3. ¿Para quiénes, crees tú, es más indicada y/o efectiva esta forma de terapia?

Mmm, la verdad es que aún estoy explorando las posibilidades de esta forma de terapia. Por ahora me inclino a pensar que puede ser especialmente provechosa para personas en momentos de crisis existencial, así como personas que estén en momentos de transición vital, ya que te ayuda a conectar contigo mismo y explorar los propios matices internos. Asimismo, consultantes que necesiten conectar más emocional y corporalmente, pero a quienes no les acomodan aproximaciones derechamente corporales, pueden potencialmente aquí encontrar un espacio de contacto. Y, por supuesto, para personas con intereses plásticos o expresivos. Probablemente ese espectro es más amplio, pero la verdad es que hasta ahora, que no llevo suficiente tiempo trabajando en ello, es lo que he visto personalmente.

Ahora bien, lo que sin duda es necesario, es que haya una inquietud, un interés por la expresión a través del arte. Esto no significa que esto sea exclusivamente para gente que “sepa” dibujar o escribir, pero sí me parece importante que haya una suerte de disfrute en hacer eso. Lo más importante es que a partir del placer que nos genera dibujar o escribir, podamos ir explorando nuestras distintas aristas.

4. ¿Según tu perspectiva, qué aporta este tipo de tratamiento o desarrollo terapéutico frente al más tradicional psicólogo/a – paciente?

Siento que es una perspectiva que puede ser súper beneficiosa en el espacio terapéutico individual, pero que especialmente es un aporte desde el marco de la psicoterapia grupal. Creo que tiene mucho que aportar en la medida que le permite al consultante tomar una postura activa frente a lo que quiere trabajar, potenciando la creatividad en el espacio terapéutico. Asimismo, nos permite generar un trabajo desde la experiencia, y no sólo desde del hablar “acerca de”. El dibujo y la escritura a mano nos conecta con nuestro cuerpo en la medida que para realizarlo necesitamos movernos. Adicionalmente, me parece que puede ser súper beneficioso que este sacar “fuera de si” sea de una forma tan concreta como algo que este plasmado en un papel. No sólo porque permite al consultante tomar distancia de lo que le ocurre, pudiéndolo mirar con mayor perspectiva, sino que también brinda un referente externo común frente al cual consultante y terapeuta puede trabajar.

Por otro lado, y algo que guarda mucha relación con lo grupal, siento que también es una manera de abordar el trabajo psicoterapéutico de una forma más lúdica. Creo que es un proceso que se nutre mucho del juego y de lo acogedor que potencialmente puede ser estar con un grupo, que a la vez está ahí para ser testigo (y apoyo) de tu autodescubrimiento.


Daniela trabaja realizando atención psicoterapéutica individual cerca del metro Manuel Montt en Santiago de Chile y, en este momento, se encuentra impartiendo un taller sobre el tema de nuestra entrevista: La historieta como herramienta psicoterapéutica. Pueden contactarse con ella a través del siguiente correo: dasepulvem@gmail.com.