La terapia sexual es el tratamiento psicológico que se dirige hacia personas que tienen dificultades en su vida sexual o amorosa porque sufren alguna disfunción sexual o porque no están a gusto con su intimidad o sus relaciones de pareja.

Las principales disfunciones sexuales que hacen que las personas acudan a terapia sexual son: Eyaculación precoz, Disfunción eréctil, Anorgasmia, Vaginismo, Eyaculación retardada y Trastorno de falta de deseo sexual.

Pero también hay otros muchos motivos de consulta de sexología como pueden ser:

Cualquier miedo o temor relacionado con las relaciones sexuales, Inseguridades, Ansiedad o estrés, Autoimagen corporal negativa (falta de autoestima), Traumas por experiencias negativas previas, abusos sexuales, educación represiva.

Problemas de pareja: desconfianza, celos, falta de conexión sexual con la pareja, peleas. Dificultad para concentrarse en el acto sexual.

Hablar de los problemas sexuales puede ser difícil, muchos ni siquiera buscan ayuda por vergüenza o por desconocimiento, pero uno de los mayores errores que cometen muchas personas que empiezan a padecer alguna disfunción o problema sexual es pensar que se va a resolver con el tiempo por sí solo.

En la mayoría de los casos, si no se le pone remedio a la dificultad sexual, ésta empeora con el paso del tiempo y acaba ocasionando una frustración, inseguridad y tristeza en la persona de la que es difícil salir sin una ayuda externa.

La urgencia de tratarse radica en el carácter progresivo de estos trastornos. Cuanto más se dejan, peores consecuencias traen.

No avergonzarse de sufrir un problema sexual es el primer paso para la solución.

Hay una gran desinformación sobre cuáles son las técnicas que se utilizan en una terapia sexual.

En nuestras sesiones de terapia utilizamos una metodología cognitivo-conductual para abordar los problemas sexuales desde ambas vertientes y así asegurar el mejor resultado y de la manera más fácil y rápida.

Las principales técnicas que se utilizan en una terapia sexual cognitivo-conductual son:

Reestructuración cognitiva

Es la primera fase de nuestro tratamiento. Aquí analizamos cuáles son las causas que han podido originar el problema o que lo están manteniendo a lo largo del tiempo.

Mediante la reestructuración cognitiva trabajamos sobre las causas del problema, así como sobre los miedos, ideas preconcebidas negativas hacia el acto sexual o problemas de autoestima.

Es un ejercicio mental para romper los bloqueos psicológicos que pueda haber y que están dificultando el vivir la sexualidad de una forma sana y positiva.

Técnicas de relajación

El principal causante de los problemas sexuales es la ansiedad, por lo que es crucial tratar en profundidad este aspecto.
En todas las disfunciones sexuales la ansiedad puede aparecer o bien como la inductora de la disfunción o bien como una consecuencia de ellas.

Aprendiendo técnicas de respiración y relajación muscular efectivas se adquieren herramientas y técnicas tanto físicas como mentales para conseguir llegar a las relaciones sexuales en un estado de relajación y concentración.

Ejercicios de Kegel para fortalecer la musculatura pélvica

El músculo pubococcígeo está directamente implicado en el rendimiento sexual, en la erección del pene, en el control sobre la eyaculación y en los orgasmos. Un adecuado entrenamiento para fortalecer esa musculatura incidirá positivamente en la respuesta sexual consiguiendo un mayor control sobre la eyaculación y orgasmos más intensos. También se consigue que tanto el pene como el suelo pélvico en la mujer adquieran fuerza y tono muscular.

Focalización sensorial

La focalización sensorial consiste en la exposición gradual a situaciones y ejercicios que primero serán más sensuales y progresivamente se irán convirtiendo en más sexuales. Primero se realizan en solitario y en una fase posterior del tratamiento se harán en pareja. En el caso de no tener pareja no te preocupes porque podrás seguir el proceso de la terapia de forma individual.

El objetivo principal de la focalización sensorial es tomar conciencia de las sensaciones corporales propias y de la pareja.
Con esto se consigue aumentar el disfrute con la estimulación, además de ir disminuyendo progresivamente la ansiedad ante las situaciones sexuales.

También se consigue aprender a localizar cuáles son las zonas más erógenas para ti o cuáles son las prácticas sexuales que mejor te funcionan, así como a saber estimular a la pareja de la forma más placentera.

Con la focalización sensorial se produce un acercamiento emocional entre la pareja lo que lleva a mejorar la comunicación y la confianza.

Reeducación sexual

En algunos casos, los problemas sexuales tienen un origen muy simple y es cuando la persona no ha tenido una educación sexual adecuada y esto ha dificultado un desarrollo sano de su sexualidad.

A veces, la persona recibe una educación sexual represiva en la que se le inculcan ideas de que el sexo y el disfrute son pecado o algo malo, oscuro o sucio.

Es un tema que siempre ha sido tabú y esta censura hace que se generen mitos erróneos y una gran desinformación.

Con una reeducación sexual adecuada conseguimos que la persona viva la sexualidad sin remordimientos, vergüenza, ni sentimientos de culpa o negativos. También se produce una reeducación de los sentidos para aprender a reconocer y explotar las zonas erógenas de uno mismo y de la pareja.


Si quieres más información sobre el trabajo de Luisa Rodríguez, visita su página web: www.tuterapiasexual.com.