Hablar sobre la sexualidad a los adolescentes no es una tarea tan sencilla, pero es de gran ayuda para ellos que siempre están sujetos a muchas presiones que los empujan a iniciar la actividad sexual.

Se puede definir educación sexual como: la enseñanza que se le ofrece a una persona o grupo de personas, sobre lo que concierne a la sexualidad y al comportamiento responsable que se debe tener ante la misma.

Es importante que, de acuerdo con su etapa de desarrollo y madurez individual, el adolescente reciba esta educación, ya que los mismos son capaces de tener relaciones sexuales y procrear mucho antes de alcanzar la madurez emocional, y es ahí donde puede haber consecuencias como un embarazo no deseado y enfermedades de transmisión sexual, por ejemplo.

El tema de la sexualidad puede ser considerado para muchos como: un tema incómodo para conversar; por eso es bueno considerar los siguientes puntos para hablar sobre el tema:

  1. Conocer y mencionar los conceptos correctos.
  2. No tener vergüenza para hablar sobre el tema.
  3. Hablar sin regañar ni atemorizar.
  4. Responder a las preguntas que surjan con la verdad sin recurrir a historias falsas.

Al tener en cuenta estos puntos se favorece al adolescente en lo siguiente:

  1. Adopción de una actitud positiva hacia la sexualidad.
  2. Toma de conciencia sobre el significado de la maternidad y la paternidad.
  3. Se desarrolla la conducta sexual consciente y responsable.

Informar al adolescente de los conocimientos que aporta la educación sexual, le ayudará a que asuma su sexualidad de manera responsable, incluyendo mayores niveles de abstinencia, aplazamiento del comienzo de la actividad sexual, mayor uso de anticonceptivos y menos números de compañeros sexuales.

Es importante mencionar los escenarios donde se puede dar la educación sexual durante la adolescencia, estos son:

En la familia:

Aquí la sexualidad no debe considerarse un tema tabú, se debe tratar con respeto, de manera clara y asertiva con términos correctos que el adolescente entienda; donde el sienta que sus padres u otros familiares le brindan esa orientación para su bienestar personal. El hogar es el ambiente idóneo donde se puede recibir esta información con más amor, comprensión y claridad.

En la escuela:

Este es un buen sitio para enseñarle al adolescente temas como: el aparato reproductor, el sistema hormonal y los cambios fisiológicos que se experimentan durante la adolescencia con el fin de que conozcan su cuerpo. Es recomendable primero capacitar a los maestros en educación sexual para que enseñen a los estudiantes estos temas con el conocimiento adecuado y de manera asertiva.

En los establecimientos de salud:

Es aquí donde se le puede ofrecer al adolescente información idónea sobre los métodos anticonceptivos. Se puede brindar las facilidades para los mismos y ponerlos a disposición del joven en los puestos de salud. Se pueden dar orientaciones individuales o en grupo sobre salud sexual, donde se hable de temas como: el embarazo, la familia, la paternidad y maternidad responsable.

Podemos concluir diciendo que el fin de la educación sexual es que el adolescente conozca que la sexualidad forma parte de la vida humana, pero que, si no tiene la información adecuada sobre la misma, esta puede convertirse a su edad, en un problema de salud física y emocional con muchas consecuencias para su vida adulta.