Todos nosotros hemos oído o dicho “estoy deprimido” o “tengo/tiene depresión” sin saber realmente las implicaciones y el alcance de dicha expresión. Aunque en nuestro día a día es común y frecuente el uso de frases hechas y formas coloquiales de transmitir nuestros mensajes, es importante que intentemos ser un poco más rigurosos cuando hacemos alusión a la Salud Mental, puesto que es uno de los aspectos o ámbitos sanitarios más estigmatizados.
Por este motivo, hoy intentaremos dejar claro qué es y qué no es depresión, fundamentalmente para neutralizar muchos de los prejuicios que aún existen en torno a este concepto.
En primer lugar, se ha de tener claro que la depresión es un Trastorno del Estado de Ánimo que lleva consigo una serie de síntomas expresados tanto a nivel psicológico, como conductual y somático. Los más característicos son la tristeza profunda y la pérdida de interés por prácticamente todo (anhedonia), pero también se dan otras manifestaciones menos conocidas como pueden ser los problemas de sueño, sentimientos de inutilidad y culpa, falta de energía, pérdida de apetito, alteraciones del pensamiento, síntomas ansiosos, inhibición (o agitación) psicomotriz, ideación suicida… Es decir, va más allá de los momentos de tristeza o apatía que todos hemos vivido en algún periodo o circunstancia de nuestra vida. Ningún conocido o familiar que haya pasado o esté pasando por una depresión diagnosticada tiene las competencias suficientes ni necesarias para ayudarte a saber si los síntomas que presentas obedecen a un cuadro depresivo. El diagnóstico clínico sólo puede realizarlo un profesional de la Salud Mental formado para ello.
Es frecuente que aquellas personas que desarrollan este tipo de Trastorno del Estado de Ánimo se pregunten por qué, cuál es el origen de su depresión o qué es lo que está alterando su bienestar físico y psicológico. Debemos saber, que en el origen de un cuadro depresivo intervienen múltiples factores de tipo biológico, genético y psicosocial y que estos, además, realizan múltiples y complejas interacciones entre sí, de la misma forma que no todos intervienen en la misma medida en todas las personas, por lo que cada depresión en cada individuo es diferente al resto.
Tan importante como saber estas ideas generales sobre qué es la depresión, es saber también que NO es depresión, para evitar así mitos o falsas creencias que nos lleven a perjudicar nuestra salud o la de seres allegados. De esta forma tenemos que:
- La depresión NO es un exageración o simulación de malestar.
- La depresión NO es una estrategia o manipulación para obtener la atención de los demás.
- La depresión NO es una debilidad personal que sólo padecen aquellos que no son capaces de enfrentar dificultades.
- La depresión NO es un trastorno “nuevo” debido al estilo de vida actual.
- La depresión NO se constituye de las preocupaciones o la tristeza habituales que sentimos ante situaciones adversas y que forman parte de la normalidad.
Referencias:
coord. Rodríguez Vicente JM, Gilaberte Asín I y Romera Fernández I. Guía de Buena Práctica Clínica en Psicoeducación en pacientes con Depresión. Organización Médica Colegial.