Durante mucho tiempo he visto a los deportistas usar diferentes métodos para tratar de mantenerse en un estado de concentración, en un estado de tranquilidad. Pero la pregunta es ¿Cómo hacen para tener o perder su estabilidad emocional en determinados momentos?

La explicación pasa porque nosotros vivimos amarrados o anclados a situaciones en todo momento, para que se entienda mejor, cuando estamos tristes escuchamos música ya sea romántica o triste, y cuando escuchamos esas canciones en determinados momentos la relacionamos con tristeza, así estemos alegres.

El término anclados viene de las anclas de los barcos que se usaban para poder tener un barco sujeto a un lugar. Dicho término fue insertado en la programación neurolingüística (PNL) y, en este caso, el concepto se utiliza como la capacidad de entrar en un estado anímico más poderoso para un determinado evento o una tarea y poder acceder en cualquier momento que se lo necesite.

Tiene sus orígenes en la década del ’70 en la Universidad de California, EEUU, donde Richard Bandler (matemático, psicólogo gestáltico y experto en informática) y John Grinder (lingüista) estudiaron los patrones de conducta de los seres humanos para desarrollar modelos y técnicas que pudieran explicar la magia y la ilusión del comportamiento y la comunicación humana. El origen de su investigación fue su curiosidad por entender cómo a través de la comunicación y del lenguaje se producían cambios en el comportamiento de las personas.

De alguna forma ya Pavlov lo había hecho con su condicionamiento clásico, dando un estímulo condicionado para recibir una respuesta condicionada.

En el deporte pasa igual, de acuerdo a las situaciones tenemos pensamientos, recuerdos, momentos que se nos vienen a la mente sin que seamos conscientes de aquello, lo cual en ese momento nos ancla a un recuerdo. En los basquetbolistas se nota de la siguiente forma.

Corre hacia el aro y ve que hay alguien grande bajo el aro defendiendo, entonces sin que se dé cuenta el atacante aparece un recuerdo en donde el atacante es bloqueado al lanzar, por lo tanto el atacante decide no atacar por la relación que hace con un hecho anterior, de un partido que no se está jugando ahora pero que afecta su toma de decisión.

Pero así como estamos anclados a situaciones negativas, también nos anclamos a situaciones positivas, tal es el caso de grandes futbolistas como Messi o Ronaldo que les gusta actuar cuando más presión tienen, es como si su ancla fuera el público, o los vemos activarse en el momento que se enfrentan a equipos que son llamados poderosos, entonces sus pensamientos se han anclado a poder hacer grandes cosas en esos momentos que parecen que están difíciles.

De esta manera igual todas las personas estamos ancladas a situaciones, recuerdos, personas, y, de alguna forma, aprendiendo las técnicas adecuadas podemos empezar a anclarnos a situaciones positivas y poder ver una perspectiva diferente, y ante todo muy positiva.