Las siguientes 3 proposiciones de la Ética V de Spinoza son muy interesantes:
PROPUESTA XIX
El que ama a Dios no puede aspirar a que Dios lo ame a su vez.
DEMOSTRACIÓN
Si el hombre se esforzara por esto, entonces desearía (…) que Dios, a quien ama, no fuera Dios, y en consecuencia… desearía entristecerse, lo cual es absurdo (por la proposición 28 de la Parte III). Por tanto, el que ama a Dios, etc. P. e. D.***
Para Spinoza, Dios es una potencia infinita y, por lo tanto, no puede disminuir o aumentar su potencia por una fuerza finita como la del hombre.Así que quien ama a Dios no puede esperar que este amor afecte a Dios de ninguna manera. Por tanto, desde el punto de vista de Spinoza los que aman a Dios no esperan, por ejemplo, que Dios cambie las leyes de la naturaleza sólo para devolver el amor humano.
Pero Spinoza también afirma:
PROPUESTA XXXV (ÉTICA 5)
Dios se ama a sí mismo con un amor intelectual infinito.
DEMOSTRACIÓN
Dios es absolutamente infinito (…) es decir (…) la naturaleza de Dios goza de una perfección infinita, y esta (…) va acompañada de la idea de sí mismo, es decir (…) idea de su causa; y esto es lo que dijimos que era el amor intelectual, en el corolario de la proposición 32 de esta parte. ******En otras palabras, el amor de Dios por sí mismo resulta de que Dios es consciente de su poder absolutamente infinito de existir, de producir, de formarse la idea de sí mismo, de todo lo que produce y es capaz de conservar.En esta proposición de Ética V dice Spinoza.
PROPUESTA XXXVI
El amor intelectual del alma [humana] hacia Dios es el mismo amor de Dios, con el que se ama a sí mismo, no en cuanto infinito, sino en cuanto puede ser explicado por la esencia del alma humana, considerada desde el punto de vista de la eternidad; es decir, el amor intelectual del alma [humana] hacia Dios es parte del amor infinito con que Dios se ama a sí mismo.
COROLARIO
De aquí se sigue que Dios, en cuanto se ama a sí mismo, ama a los hombres y, por consiguiente, que el amor de Dios hacia los hombres y el amor del alma [humana] hacia Dios son uno y el mismo.********Así, el hombre ama a Dios cuando se esfuerza por tener ideas adecuadas de Dios. Y Dios al amarse a sí mismo intelectualmente, ama a los seres humanos, porque somos parte de un todo y por lo tanto promotores del amor intelectual por el cual Dios se ama a sí mismo.
Hay, pues, una relación intrínseca del amor del hombre por Dios y del amor de Dios por sí mismo y por los hombres. Observamos que Spinoza no solo desarrolló un nuevo concepto de Dios, sino que también estableció nuevas formas de relación entre los seres humanos y Dios.