Aron (2010a) nos acerca a una población poco conocida para muchos. Ella la ha denominado personas altamente sensibles (PAS) o con un alto nivel de sensibilidad del procesamiento sensorial (SPS). Las personas con estas características son parte del 20% de la humanidad quienes vienen equipadas con unas conexiones neuronales y genéticas que les otorga ciertas características durante su vida que se manifiestan de acuerdo a factores socioculturales. Su cerebro cuenta con más serotonina que ayuda a procesar la información con más cuidado para tomar mejores decisiones, y más dopamina que ayuda a expresar más fácilmente las emociones. Sus genes vienen con alelos cortos que coinciden con otras 100 especies de animales (Aron, 2010ª).

Para identificar si usted o su hijo es una persona PAS es necesario que identifique 4 características que son: profundidad en el procesamiento de la información, sobreestimulación, respuesta emocional y empatía, y estímulos sutiles. Los sentidos más utilizados por estas personas son sus ojos pues son usados como el canal por el cual reciben más información. Debido a que están prestando atención a todo lo que está sucediendo, las personas se sienten más cansadas y estresadas que las demás. Debido al procesamiento profundo de la información, estas personas tienden a ser espirituales y buscan conversaciones filosóficas o llenas de significado. La recomendación general de Aron (2010a) para un PAS es cambiar su estilo de vida si se sienten abrumados. Buscar bajos niveles de estimulación y estrés, a la vez que entender el rasgo para saber cómo usarlo a su favor. Estas personas necesitan tomar descansos más largos, comer a tiempo, tener apoyo social, especialmente con otras personas que sean altamente sensibles. Así mismo es recomendable que crean en su creatividad e intuición.

Parece que no hay diferencia de cultura, etnia, género u orientación sexual para una persona con SPS. Cuando se exponen a situaciones difíciles, generadas por habilidades parentales deficientes de los padres o trauma en su infancia, es más fácil para ellos desarrollar depresión y ansiedad en sus vidas adultas (Aron, 2010b). Es por esto que es conveniente hablar de pautas de crianza y de cómo afecta a los niños o niñas con la vulnerabilidad descrita anteriormente. Pluess y col. (2018) refieren que para saber si los hijos tienen estas características se puede aplicar la Escala Infantil Altamente Sensible porque permite el conocimiento de la constitución observable de un niño con sensibilidad de procesamiento sensitivo y los resultados de la interacción entre el genotipo, el comportamiento social, y el medio ambiente. El cuestionario de sensibilidad puede usarse en diferentes países. Pluess y col. (2018) agregan que esta es la única medida que evalúa los tres factores de un niño con SPS, que son la facilidad de excitación, la sensibilidad estética y el bajo umbral sensorial. La importancia de la crianza de los hijos para el desarrollo infantil se destaca dada la necesidad de comprender el comportamiento de los niños considerados altamente sensibles. Las escalas para niños y adultos se pueden encontrar de manera gratuita en su traducción en español en la página web www.personasaltamentesensibles.com por Karina Zegers de Beijl quien ha estudiado y promueve el rasgo a través también de la Asociación de la Alta Sensibilidad de España ASPASE. De igual manera se puede encontrar en inglés en la página web de la Doctora Elaine Aron www.hsperson.com, así como en la página web de un equipo de investigadores en el tema direccionado por el Doctor en Psicología Michael Pluess la cual es https://sensitivityresearch.com/

Faas (2017) refiere que el entorno familiar es el primer y más importante lugar para el desarrollo de los niños pues el niño desarrolla sus habilidades cognitivas, valores, actitudes y hábitos en los primeros años de vida. Es en las relaciones familiares donde se establece el apego, las relaciones de confianza y se hace necesario el círculo de seguridad y autoestima Faas (2017). Es por esto por lo que los padres juegan un rol fundamental en el estilo de crianza utilizado hacia los hijos desde su edad temprana. La recomendación es que los padres centren su atención, la confianza, y el afecto en el niño para que puedan desarrollar las habilidades necesarias para interactuar con todos los aspectos de su entorno. Por lo tanto, la influencia de los padres es importante para todos los niños, pero más aún para los niños altamente sensibles porque son más vulnerables a las «influencias ambientales, y algunos se ven cada vez más afectados por exposiciones negativas y/o positivas» (Pluess et al., 2018, p. 53). Por lo tanto, los padres son muy importantes para el desarrollo social de un niño con sensibilidades elevadas. Los padres deben tener en cuenta estas características para saber quién es su hijo y cómo desarrollar mejor sus potencialidades. Bater y Jordan (2017) demostraron empíricamente la relevancia de las rutinas infantiles y la autorregulación como mediador de las relaciones entre la crianza positiva / negativa y las conductas de externalización exhibidas por el niño.

Bater y Jordan (2017) confirmaron el impacto de las prácticas de los padres en el desarrollo del comportamiento del niño. Además, encontraron apoyo para la contribución de la paternidad positiva al desarrollo de habilidades de autorregulación y rutinas en niños pequeños, así como apoyo para el impacto favorable de la paternidad positiva en los comportamientos de externalización infantil. Bater y Jordan (2017) evidenciaron el impacto favorable de las prácticas democráticas de los padres en el comportamiento del niño. Por su parte, Loop y Roskman (2016) describieron la importancia de los padres autorregulados para criar niños en edad preescolar. Loop y Roskman (2016) capacitaron a los padres para que sirvieran como entrenadores emocionales para sus hijos y demostraron la importancia de trabajar con padres y maestros para desarrollar prácticas efectivas y positivas. Entonces, las emociones, los comportamientos y las capacidades de autorregulación de un niño menor de seis años dependen en parte de las prácticas parentales (Bater y Jordan, 2017).

También hay padres que son altamente sensibles y tienen ciertas ventajas a la hora de interactuar con sus hijos que pueden contar o no con su mismo rasgo (Branjerdporn y col., 2019). Estos investigadores examinaron la relación entre el comportamiento de los padres que tienen SPS, sus estilos de crianza y el apego adulto. Algunos padres que son descritos como altamente sensibles tienen grandes dificultades para criar a sus hijos usando estrategias positivas de crianza. Es importante destacar que Branjerdporn et al. (2019) fue el primero en examinar las variables sensibilidad, estilo de crianza, y apego al mismo tiempo. Slagt, Dubas, Aken, Ellis y Dekovie (2018) investigaron «la emocionalidad negativa y la sensibilidad del procesamiento sensorial como marcadores de diferencias individuales en la susceptibilidad a la crianza de los hijos» (p. 543). Slagt y col. (2018) mostraron que la expresión de la emocionalidad negativa es más común en los niños pequeños que en otros grupos de edad debido a sus cerebros en desarrollo. Parece apropiado prestarles especial atención en estos primeros años para ayudarlos a modular sus sentimientos y proporcionar estrategias de crianza a los cuidadores.

Hay padres que manifiestan que sus hijos tienen temperamento difícil, emocionalidad negativa y/o problemas de procesamiento sensorial intensos. Es posible que sea porque sus hijos tienen alta sensibilidad. Parece que las mejores prácticas de crianza positivas dan como resultado mejores comportamientos infantiles. Slagt y col. (2018) destacaron la importancia de continuar la investigación sobre la sensibilidad del procesamiento sensorial en los niños. Según Slagt y col., (2018) la crianza positiva se define operativamente como amabilidad / calidez (abrazos, palabras suaves), supervisión adecuada (deje que el niño haga su tarea pero supervisado por el cuidador) con su hijo. Según Pluess et al. (2018) la emocionalidad negativa se refiere a la fácil excitación, cuyos sentimientos pueden ser miedo, frustración y timidez y los comportamientos externos de llanto, berrinches y/o gritos; y bajo umbral sensorial (sobre reacción a las luces brillantes al cerrar los ojos rápidamente y a los ruidos fuertes al cubrirse los oídos). También se evidencia en estos niños y adultos sensibilidad estética que se manifiesta cuando los niños parecen no reaccionar o mantener sus ojos enfocados en el entorno y las reacciones de su cuidador (Pluess et al. 2018).

Este artículo es una invitación para que padres, profesores, y psicólogos/terapeutas tengan en cuenta estos hallazgos científicos en su relación con los niños y adultos. En el caso de los psicólogos o terapeutas se recomienda que se tenga en cuenta “el ambiente y la experiencia de la terapia para que estos se adapten bien a pacientes sensibles, física, social y emocionalmente. Afortunadamente, el terapeuta, el entorno y el marco pueden ser fácilmente «ajustados» para lograr ese fin» (Aron, 2010a, p. 103). Con estos pacientes es especialmente importante tener en cuenta su visión del mundo y el diseño de intervenciones apropiadas para ellos como las recomendaciones dadas en la guía para terapeutas de Aron (2010b).

REFERENCIAS

  • Acevedo, B., Aron, E., Pospos, S., & Jessen, D. (2018). The functional highly sensitive brain: a review of the brain circuits underlying sensory processing sensitivity and seemingly related disorders [El cerebro altamente sensible : una revision de circuitos cerebrales como soporte de la sensibilidad de procesamiento sensorial y desordenes relacionados]. Philosophical Transactions of The Royal Society of London. Series B, Biological Sciences373(1744). https://doi.org/10.1098/rstb.2017.0161
  • Aron, E. (2010a). The highly sensitive person: an interview with Elaine Aron (video) [Le persona altamente sensible: un entrevista con Elaine Aron]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=6DezjkilrSY&feature=youtu.be
  • Aron, E. (2010b). Psychotherapy and the highly sensitive person: Improving outcomes for that minority of people who are the majority of clients (e-book) [Psicoterapia y la persona altamente sensible: Mejorando métodos para la minoría de las personas que son la mayoría de los pacientes]. New York, NY: Routledge. Recuperado de https://eds-b-ebscohost-com.libauth.purdueglobal.edu/eds/ebookviewer/ebook/bmxlYmtfXzM2MDc4MV9fQU41?sid=1d4d9ca7-3c76-4d94-b61c-fcbcc01e4cc7@sessionmgr103&vid=0&format=EB&rid=1
  • Bater, L., & Jordan, S. (2017). Child Routines and Self-Regulation Serially Mediate Parenting Practices and Externalizing Problems in Preschool Children [Rutinas en niños y autoregulación en pautas de crianza y problemas de externalización en niños de edad preescolar]. Child & Youth Care Forum46(2), 243–259. Recuperado de https://doi.org/10.1007/s10566-016-9377-7
  • Faas, A. E., (2017). Psicología del desarrollo de la niñez. Ed. Brujas.Buenos Aires, Argentina [libro electrónico]. Recuperado de  http://www.digitaliapublishing.com.banrep.basesdedatosezproxy.com/visor/51159
  • Loop, L., & Roskam, I. (2016). Do Children Behave Better When Parents’ Emotion Coaching Practices are Stimulated? A Micro-Trial Study [Se comportan mejor los niños cuando las emociones de sus padres son entrenadas y estimuladas?]. Journal of Child & Family Studies25(7), 2223–2235. https://doi.org/10.1007/s10826-016-0382-0
  • Pluess, M., Assary, E., Lionetti, F., Lester, K. J., Krapohl E., Aron, E. N. & Aron, A. (2018). Environmental sensitivity in children: Development of the Highly Sensitive Child Scale and identification of sensitivity groups [Sensibilidad Ambiental en niños: Desarrollo de la escala de alta sensibilidad en niños e identificación de grupos sensibles]. Developmental Psychology, 54(1), 51-70. https://doi.org/10.1037/dev0000406.sup
  • Slagt, M., Dubas, J. S., Van Aken, M. A. G., Ellis, B. J., & Deković, M. (2018). Sensory processing sensitivity as a marker of differential susceptibility to parenting [Sensitividad del procesamiento sensorial como factor diferencial en paternidad]. Developmental Psychology54(3), 543–558. https://doi.org/10.1037/dev0000431.

Este artículo ha sido escrito por Marjorie Ramos Salcedo, Psicóloga Clínica. Solicita tu consulta en: https://tuconsulta.we-doctor.com/agenda/8552628